Gracias a mi Madre que me enseñó a caminar con el corazón
y no dejó que mi alma con cualquier disgusto se diera un tropezón;
Gracias a mi Padre que me enseñó a ganarme la vida con el sudor
y con ello ahora hago lo mismo con mis hijos desde ese rol;
Gracias a mis hijos que me enseñaron a ver el futuro por doquier
ahora aprecio más la vida y no me encierro tanto en el arduo quehacer;
Gracias a mi esposa que me enseñó el arte del verdadero amor
ahora espero practicarlo hasta que me llame Dios.
Gracias a los amigos por enseñarme la amistad
ahora sé que tengo amigos de verdad
sábado, 18 de diciembre de 2010
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