martes, 11 de mayo de 2010

A mi madre

aunque comercialmente es un poco tarde
su oficio es para toda la vida,
por eso no sobra felicitar a mi madre
por ser esa madre tan querida.

porque desde que nos paren
han de enseñarnos sobre la vida,
y aunque a veces la misma nos barre
nos dicen cómo tener la frente arriba.

nos enseñan de todo un poco
y con métodos universales,
desde el "eso no lo toco",
hasta los coscorrones maternales.

con ella aprendí a ser un hombre
con un toque femenino,
por eso aunque se asombren
hasta a ayudar a hacer aseo me animo.

Pero son cosas tan pequeñas
que cuando nos faltan es que vemos,
y sólo cuando de casa nos vamos
es que decirlo nos atrevemos.

Por qué será que cuando pequeños
esos gestos no los agradecemos?,
desde las noches largas
que por estar enfermos les ofrecemos

o esos trasnochos que por tareas
ellas las padecieron,
o preparaciones que a la larga
los profesores sólo imprimieron?

Tantas cosas que a mi madre
he de reconocerle,
a pensar de tanta dedicación
ahora ni alcanzo a verle.

A veces hasta le toca
regalarme una llamada,
qué pena con ella
cómo la tengo olvidada.

Pero ya que me he dado cuenta
he empezado a atenderla,
de alguna manera para que sepa
que he llegado a comprenderla.

y al fin de cuentas madre mía
a pesar de mis rabietas
me has iluminado toda mi vida

No hay comentarios: