Hoy quisiera hablarte,
pero hablarte con firmeza,
para poder expresarte
lo que ronda en mi cabeza.
A veces me siento un esclavo
de tus besos, de tus caricias,
hasta por estar con otro humano
he perdido la codicia.
Cada día que finaliza
sin importar cómo me fué,
algo que me revitaliza
es saber que pronto te veré.
Siempre es así durante el día,
cada acción, cada momento,
imagino como en la noche sería...
la espera es un tormento.
Pero algo me entristece
y es tu autonomía,
cada cosa que acontece
veo que no ha sido cosa mía.
A veces me siento
como un renacuajo,
como que tiento
pero no cuajo.
viernes, 23 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario