domingo, 23 de agosto de 2009

A nadie he visto en ese proceder



Esa brisa matutina que el sol apenas calentaba
se balanzó al mirador y rozó la ventana,
eso sirvió para que aquel hombre apenas se fijara
que allá a lo lejos, caminando, pasaba doña Ana.

¡Hey Vecina!, !mi señora¡
hay algo para contarle
y tiene que ser ahora
pues no pienso rogarle.


ella sorprendida, se voltea a mirarlo
y con la duda en la cara le da por enfrentarlo:

Dígame señor, qué desea?
qué es eso tan importante?
mire que voy para la pesa
y no puedo demorarme.


Él se esconde en la casa y unos pasos se escuchan a lo lejos
y de pronto, en el primer piso, se asomó como tal cual pendejo:

resulta mi señora
que ayer cuando anochece
escuché una rara cosa
que todavía hoy me estremece.

Es verdad doña Ana
que se piensa del barrio ir?
qué es lo que tanto le molesta
que ya aquí no puede vivir?


Yo creo que el motivo
es sólo para mí,
pero ya que lo pregunta
se lo debo decir:

Ha sido muy molesto
en este barrio vivir,
pues no hay algo que Yo haga
que no se esté contando por ahí.

Que está mal cómo combino mi ropa,
hasta cómo me pongo el lapiz labial,
que qué descaro cuando beso en la boca
y que creen que no es por amistad.

es como si me estuvieran vigilando
como si no tuvieran qué más hacer,
sólo se la pasan a mí observando
y todo lo que hago a todos lo hacen saber.

No es que lo diga por usted,
no, cómo se le ocurre ...
sólo aprovecho para con su merced
decirle lo que me aburre.


Él sorprendido y con la cara triste
procede a su respuesta dar,
sé que lo tomarán como chiste
pero los va a impresionar:

Hay vecina qué triste historia
Yo eso no lo puedo creer,
me la paso el día mirando
y le juro "que a nadie he visto en ese proceder"

Los Caminantes por Lineros


Los caminantes por Lineros

Una suave brisa de la madrugada saludó a un espontáneo grupo de caminantes que reunidos en el santuario de nuestra señora de la candelaria miraban la cruz desafiante que en la cima se encontraba; sin mediar palabra alguna y con el propósito de encontrar en el camino la paz de sus almas y, el sendero de su corazón y su destino emprendieron la marcha rodeando el santuario hacia la quebrada galopante.


Cada uno por parte buscando la forma de cruzar daba saltos entre piedras buscando su ropa no mojar; pero por esas cosas del destino un caminante al saltar de piedra piedra no pudo evitar resbalarse y su cabeza golpear; este hecho despertó la solidaridad de los caminantes y dos de sus integrantes procedió a este compañero auxiliar, trayéndolo de vuelta al santuario y así llevarlo al hospital.



Este triste hecho positivamente despertó del alma la integración del grupo, y se dieron cuenta que la cruz fácilmente no se dejaría alcanzar, así que la naturaleza de sus competencias se hicieron pronto notar y pequeños grupos empezaron a un camino buscar; la idea clara era buscar un horizonte que a lejana vista un camino quisiera aparentar, lo positivo de este hecho es que todos llegaron al mismo sendero teniendo en cuenta que era importante mantener el punto de partida en nuestras mentes y el destino que todos queremos obtener.

Fue importante conciliar cómo entre todos querrían a la cruz llegar, la primera decisión dura fue qué camino seguir y si el mismo los llevaría a la cruz por fin; el segundo hecho era con qué velocidad cada integrante lograría avanzar, pues había mucha piedra que tenían que afrontar, y algún resbalón tocaría sobrellevar.


Pero esa pujanza y tenacidad floreció con creces en esta humanidad, no importó lo difícil del reto, ellos sin temor lo quisieron afrontar, avanzaron paso a paso, con solidaridad, dándose ánimo y con ansias de esperar a cada compañero que pareciera se fuera a rezagar. De esta manera esa cruz se dejó alcanzar, sólo para decirnos que no era nuestra meta a llegar, aún les faltaba a la virgen visitar.

Eso no desanimó a los caminantes, antes con más ansias quisieron proceder y a esa loma lograron vencer, llegaron cansados y con bajas fuerzas después de tanto paso y resbalón por afrontar, pero muy contentos por ese reto completar. las dos mujeres integrantes demostraron su tesón y dejaron al género con muy buena presentación
Les llegó la idea a la mente de llegar a la otra loma que una antena dejaba ver, pero ya era la hora de al santuario volver.